Los operadores logísticos y las empresas de transporte o almacenamiento de Colombia redujeron su aporte a la producción nacional en 21,6%, según cifras del Ministerio de Transporte que comparan el 2020 con el año anterior. Pero el impacto de la pandemia en la actividad económica no fue únicamente negativo, si se analiza desde otro punto de vista.

A nivel mundial, el sector retomó importancia cuando gran parte de los estantes empezaron  a vaciarse, debido a las demoras en la cadena de suministro. Además, los negocios tuvieron que incorporar servicios de entrega para no desaparecer, ofreciendo ese valor agregado al consumidor final.

Como en toda crisis, existe una oportunidad para quienes deciden incorporar buenas prácticas, mejorar la satisfacción del cliente final o diversificar sus servicios a corto plazo. Para ello, no basta con tener visión o intención si se carece del capital necesario, así que el financiamiento se presenta como un factor clave, siempre que se cuente con un plan de acción y una ventaja competitiva como norte.

Según una encuesta de la Dirección de Estudios Económicos, las microempresas colombianas que recibieron un crédito, lo destinaron a solucionar problemas de flujo de caja y no a mejorar su productividad.

Específicamente, 86,1% se endeudó para cubrir capital de trabajo (compra de materias primas, insumos, costos logísticos y gastos fijos). De los encuestados, 10,7% empleó el financiamiento para comprar o arrendar maquinaria, y solamente 9,6% lo dirigió a adecuar el modelo de negocio y otras prácticas para operar de manera eficiente. 

Estas cifras evidencian la necesidad de aprender a distinguir entre “buenas deudas” y “malas deudas”, pues acumular las últimas afectan la continuidad del negocio.

Diferencias entre buenas y malas deudas

Cuando mencionamos la palabra "deuda” parece contradictorio asociarla con algún atributo positivo, pero todo depende del punto de vista. Las deudas bien gestionadas pueden ser un factor clave para el crecimiento, las ventajas competitivas  y la mejora continua de las empresas de transporte, si tienen trazado un plan de acción adecuado.

En líneas generales, podemos distinguir las buenas y malas deudas, tomando en cuenta estas características:

Buenas deudas

• Tienen el potencial de aumentar el patrimonio de tu empresa y generar ingresos, ya sea porque ayudan a la reducción de costos o de tiempos de entrega.
• Brindan acceso a un activo, como por ejemplo algún desarrollo tecnológico, proceso logístico o modo de transporte, que aumenta o mantiene su valor durante su ciclo de vida.
• Contribuyen a mejorar la calidad del servicio, optimizar la cadena de valor y escalar el negocio, ya sea para implementar nuevas tecnologías o incrementar la flota de vehículos.
• Si bien suponen un pago regular, se trata de una inversión que se verá compensada a largo plazo. Eso significa que aumentará su valor, favorecerá la reducción de costos o permitirá funcionar de manera eficiente.

Malas deudas

• Implican la compra de activos que se deprecian rápidamente o incrementan los costos logísticos. Por ejemplo, incluir accesorios estéticos para los vehículos o comprar mobiliarios para modernizar las oficinas.
• No conducen a la mejora de tus servicios de transporte o del proceso logístico, ni son un factor clave para el crecimiento del negocio. Por ejemplo, cubrir gastos rutinarios como combustible, internet, agua y electricidad.
• Suponen asumir altas tasas de interés, tarifas adicionales y anticipos de efectivo. Esas condiciones desfavorables hacen que, a largo plazo, pagues más de lo que realmente vale el bien o servicio adquirido.

A veces no resulta tan sencillo identificar si una deuda es buena o es mala, pues dependerá de otros factores como la situación financiera de tu negocio, las condiciones del mercado o los términos de  financiamiento.

¿Cómo tu empresa de transporte puede utilizar los créditos de manera inteligente?

Estas son algunas maneras en que el financiamiento beneficia tu empresa de transporte de mercancías y ciertas medidas que puedes adoptar para que la “deuda trabaje para tu organización”:

• Compra de nuevas unidades. Ampliar tu flota de transporte de carga no solo te permitirá abarcar nuevas rutas y consolidar las que ya manejas, sino también sustituir unidades que estén muy deterioradas. Esto es necesario para mejorar los indicadores clave de rendimiento (KPI) y mantener el nivel de servicio.
• Reparación de vehículos. Algunas unidades pueden no ser nuevas, pero todavía tienen un ciclo de vida útil por delante. Hacer mantenimiento a tiempo es una  buena práctica que garantiza la calidad del servicio de entrega o de la cadena de suministro. Incluso al final supondrá una reducción de costos. 
• Invertir en equipos adicionales. Algunas empresas del sector de transporte de mercancías y de actividad logística pueden requerir de herramientas adicionales. Por ejemplo, equipos de almacenamiento de todo tipo de producto y maquinarias de remolque para su distribución física.
• Contratar a más conductores. Si tu idea es ampliar el negocio o superar su nivel de servicio, no basta con contar con más unidades. Invertir en recursos humanos te permite operar de manera eficiente, reducir tiempos de entrega e incrementar la satisfacción del cliente.  
• Implementar nuevas tecnologías. Puedes mejorar la productividad de tu empresa de transporte y procesos logísticos, incorporando nuevas tecnologías. Estas no se agotan en sistemas de información y geolocalización en tiempo real. También algunos programas para medir tus KPI o monitorear el servicio posventa contribuyen a operar de manera eficiente. 

Conclusiones:

“Se necesita dinero para ganar dinero”, dice una creencia popular, por lo que se puede pensar que el financiamiento se convierte automáticamente en una “buena deuda”. Lo cierto es que de nada vale tener capital, si no se usa de manera inteligente. 

Contar con un crédito pudiera significar para un operador logístico o empresa de transporte terrestre, desde ajustes en la cadena de valor y reducción de costos hasta mejoras en la calidad del servicio y otras buenas prácticas. Es la oportunidad de adoptar mejores prácticas, nuevas tecnologías u otra ventaja competitiva para tu negocio de transporte de mercancías. 

Antes de asumir una deuda, estas preguntas pueden ser un factor clave en la toma de decisiones: ¿Le permitirá a tu empresa, a mediano plazo, generar más dinero del invertido en pagos? ¿Esa deuda implica para tu negocio más beneficios que sacrificios a largo plazo?  

Puntos más relevantes del contenido:

• Los créditos destinados al aumento del patrimonio neto de tu empresa de transporte, reducción de costos, nuevas tecnologías, calidad del servicio o disminución en tiempos de entrega pueden identificarse como “buenas deudas”.
• La compra de activos que con el tiempo se deprecian, no impactan en la mejora continua del negocio o no aportan valor agregado al consumidor final suelen ser características de las “malas deudas”.
• Existen otros factores que influyen en que una deuda pueda considerarse buena o mala. En primer lugar, el estado financiero de la empresa; en segundo lugar, los términos del financiamiento y, finalmente, las condiciones del mercado a nivel nacional y en América Latina.

Ahora que aprendiste a identificar las buenas y malas deudas de una empresa, es probable que te preguntes ¿Cuándo renovar la flota de vehículos de una empresa de transporte?

Fuentes:

Debt Management Guide (2021, abril 29). Investopedia. Disponible en https://www.investopedia.com/articles/pf/12/good-debt-bad-debt.asp

10 Ways Your Transportation Business Can Use Financing (2018, octubre 26). FORA Financial. Disponible en https://www.forafinancial.com/blog/industries-we-serve/10-ways-transportation-business-can-use-financing/

Ministerio de Transporte. (2021, noviembre). Transporte en cifras. Estadísticas 2020. Disponible en https://www.mintransporte.gov.co/publicaciones/9443/transporte-en-cifras/

Diferencias entre una deuda buena y una mala (2022, mayo 29). Portafolio. Disponible en https://www.portafolio.co/mis-finanzas/diferencias-entre-una-deuda-buena-y-una-mala-566134

Castro, F., Londoño, D., Parga, A. y Peña, C. (2020, noviembre 25) ¿Qué factores inciden en la demanda de crédito de la microempresa en Colombia? Archivos de Economía. Dirección de Estudios Económicos.  Disponible en https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Estudios%20Econmicos/522.pdf